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Los libros son nomenclaturas mágicas. Actúan como órdenes en el pensamiento: Es esencial adquirir una praxis en la escritura; así ejercían autoras como Alejandra Pizarnik o Antonia Pozzi con un poder sobrenatural. Tenían la capacidad de conquistar el pensamiento. Su poética actúa como pulsión en la mente del lector, la esencia de su poética es superior a su significado. La esencia es el significado mismo. Las esencias cinemáticas de Tarkovsky están al mismo nivel que la poesía más directa y dramática de Antonia y Alejandra. Ejercen una filosofía de drama en la conexión mental del espectador. Palabras que contienen mensajes por su colocación en el discurso. Son palabras visualmente bien hechas.

El trabajo de iluminación no es un trabajo de posesión, está más cercano a la desposesión y al lenguaje de figuras. La simbología de la esencia adquiere credibilidad en el contacto con el discurso. Se configura como una herramienta de diagnóstico del ser; en escribir, el verbo camina en contacto directo con el poeta que se descubre ejerciendo una articulación de visiones.

 

Crear es un acto de encuentro con la palabra hallada:  LA RAÍZ. 

Ese lugar esencial del arte se manifiesta en el pensamiento como idea; evoluciona hasta el conocimiento: La raíz. Amar es un acto de fe, de expresión máxima de claridad.

Amar es esencialmente: Amar la Raíz. Maia.

 

La primera, la primogénita,

la hermana que es también madre.

Proyecto bilingüe

Proyecto de autor

Proyecto intercultural

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